CELEBRA CENTRO CULTURAL OLLIN YOLIZTLI DÍA DE MUERTOS CON DANZA CONTEMPORÁNEA

Publicado el 31 Octubre 2024
IMG_0677.jpeg
IMG_0678.jpeg
IMG_0679.jpeg
IMG_0680.jpeg

SC/CPDC/381-24

● La jornada buscó crear un puente entre el arte de la danza y la profundidad de la literatura a través de la obra de Francisco de Quevedo, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral y José Gorostiza

● El festejo incluyó también presentaciones musicales del programa Escuelas para la Vida, de la Alcaldía Tláhuac, quienes animaron la celebración al ritmo de “La Llorona” y un popurri de música mexicana

Como cada año desde 2009, la Escuela de Danza Contemporánea del Centro Cultural Ollin Yoliztli celebró el Día de Muertos con un emblemático programa titulado "Ruta de Muertos: AZUL: poemas sobre la vida y muerte", que presentó este jueves 31 de octubre con cuatro coreografías inspiradas en los versos de cuatro ilustres poetas, acompañados de comparsas y música, para celebrar esta tradición que recibe a los seres queridos ya difuntos.

“Se denominó en su momento Ruta de Muertos porque visitamos otros espacios para mantener vivas nuestras tradiciones con este culto a nuestros muertos. Hoy entramos a la ENAH que es una escuela vecina, pero nos interesa mucho que la gente de las colonias aledañas se acuerde que estamos aquí, a veces les da miedo acercarse y el hecho de que estemos de espaldas a la colonia nos aísla de ellos pero justo por eso nos interesa hacer presencia con este festejo”, compartió en entrevista Consuelo Vázquez, directora de la Escuela de Danza Contemporánea.

Con el objetivo de apreciar el legado cultural y rendir homenaje a la riqueza poética de grandes autores, la directora precisó que alrededor de 100 alumnos y alumnas de los diversos niveles de esta escuela compartieron una traducción corporal de la obra barroca del español Francisco de Quevedo (1580-1645), así como del también escritor y ensayista argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), la poeta chilena y educadora rural Gabriela Mistral (1889-1957) y del imprescindible escritor fundamental de la cultura mexicana José Gorostiza (1901-1973), guiados por sus profesores en esta reinterpretación.

El festejo inició con un recorrido del recinto cultural a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y algunas calles vecinas con una comparsa musical liderada por el programa Escuelas para la Vida, de la Alcaldía Tláhuac, con la cual los jóvenes bailarines iniciaron los festejos al ritmo de los tambores y la interpretación de “La Llorona”.

“Para nosotros la muerte es una celebración”, agregó Consuelo Vázquez. así que los asistentes pudieron disfrutar después de la batucada la melancolía de Quevedo hasta la introspección de Borges, pasando por la dulzura de Mistral y la agudeza de Gorostiza, a través de estos bailarines que capturaron la riqueza emocional de los textos y transformaron los versos en una representación visual que invitó a la reflexión y la celebración de la muerte.

Las coreografías buscaron crear un puente entre el arte de la danza y la profundidad de la literatura al intentar reflejar el estilo y la esencia de cada poeta mediante una experiencia sensorial única que inició con una pieza inspirada en la obra cumbre de Gorostiza: el poema “Muerte sin Fin”.

Enseguida tomó forma y movimiento el soneto “¡Cómo de entre mis manos te resbalas!”, de Quevedo, en el que se reflexionó lo corta, rápida y veloz que es la vida desde la mirada de uno de los autores más importantes del Siglo Oro español. Los movimientos corporales dieron paso al poema “Remordimiento por cualquier muerte”, de Jorge Luis Borges, una de las plumas latinoamericanas más reconocidas, a quien le fue otorgado el Premio Miguel de Cervantes en 1979.

Rumbo al cierre del programa, el público recordó a la poeta y educadora rural Gabriela Mistral, premio Nobel de Literatura en 1945, a través de su obra “Sonetos de la Muerte”, que le valió el Premio Nacional de Poesía de Chile en 1914.

La clausura de la jornada cultural contó con la presentación de Danza Capital, compañía del CCOY conformada por alumnos, ex alumnos y bailarines de otras escuelas, con un cierre al sonido del Mariachi y un popurri de música mexicana que contó con la participación del ensamble musical de Escuelas para la Vida, de Tláhuac. En concordancia con la existencia (nemiliztli) y la muerte (miquiztli), cada actuación ofreció un viaje emocional que evocó el amor y la inevitabilidad de la muerte, temas universales que resuenan en las obras seleccionadas donde la danza se convirtió en el lenguaje para complementar la belleza de las palabras, transportando al público a un mundo donde el sentido de la memoria y la celebración de la vida se entrelazaron.

"El ciclo escolar comienza en septiembre y este es el primer momento, la primera parada donde nuestros alumnos tienen sus primeras experiencias escénicas; para mucha de nuestra población es la primera vez que se presenta y esto implica involucrarse en la producción y la investigación, no solo la interpretación, algunos hacen incluso su vestuario, entonces ese es ese primer acercamiento a la escena”, agregó la directora sobre la importancia de este festejo anual.

La Escuela de Danza Contemporánea del Centro Cultural Ollin Yoliztli reafirmó así su compromiso con el arte, la cultura y la memoria, al ser parte de esta tradición declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 7 de noviembre de 2003, con lo cual impulsa el acceso y ejercicio de los derechos culturales de las y los habitantes de la Ciudad de México.

–o0o–