IV Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios Mensaje de Bienvenida del Secretario de Cultura de la CDMX
SC/DDC/CP/0705-17
Ciudad de México, 02 de septiembre de 2017
Quiero darles la más cordial bienvenida a esta IV Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, agradeciendo a todos los titulares de las instancias convocantes, compañeros y amigos que hemos compartido los trabajos para hacerla posible.
Mencionaré únicamente a cuatro mujeres que integran el Comité Organizador y en cuyo nombre también me dirijo a todos ustedes esta mañana. Me refiero a Patricia Mercado, Secretaria de Gobierno; a Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades; a Jacqueline L’Hoist Tapia, Presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, y a Fabiola Poblano Ramos, Directora Ejecutiva de Seguimiento del Consejo de Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, gracias por el trabajo compartido.
Además de darles la bienvenida, quisiera agradecer la participación generosa de la Secretaría de Cultura Federal, de la Universidad Nacional Autónoma de México, de manera especial a nuestros invitados especiales a esta IV edición: Ricardo Núñez Muñoz, Excmo. Embajador de Chile en México, y a su agregada cultural, compañera Claudia Barattini Contreras, pero sobre todo gracias a las representaciones de los pueblos indígenas de Chile presentes hoy en esta fiesta: mapuches, aymaras (provenientes del sur profundo de nuestro continente americano) y al pueblo Rapa Nui, este último originario de la lejana Isla de Pascua, en los mares de la Polinesia.
También damos la bienvenida a todas las autoridades tradicionales de la región Maya Peninsular, integrada por los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo y al pueblo de San Bernabé Ocotepec, de la Delegación Magdalena Contreras.
Asimismo, damos la bienvenida sobre todo a las más de 30 comunidades indígenas residentes y a los más de 60 pueblos y barrios originarios de la CDMX, por ser el corazón que nos reúne el día de hoy.
Y sobre todo, damos la bienvenida a los habitantes de la Ciudad de México que visitan la fiesta, más de medio millón de personas que esperamos recibir en estos diez días de celebración en el Zócalo renovado.
—0—
Pese a las dificultades de nuestro tiempo, esta mañana tenemos motivos para celebrar: destaco en primer lugar el hecho de que sean nuevamente los pueblos indígenas los que toman posesión de esta plaza, epicentro de las culturas mesoamericanas, Templo Mayor de México-Tenochtitlán, centro neurálgico de la Nueva España, capital del México independiente, corazón del México contemporáneo, emplazamiento cívico y social donde todas las voces del pueblo se expresan con una libertad conquistada en décadas de participación y lucha.
Éste, nuestro Zócalo, que hoy nos acoge recién remodelado, se ha convertido también en las —últimas dos décadas de gobiernos democráticos electos por la ciudadanía— en el más grande escenario público de las artes y las culturas de México.
Por eso celebramos que sean los originarios de estas tierras, los originarios de México, quienes con su legado cultural vuelvan una vez más a renovar del significado del zócalo capitalino.
Esta fiesta la hemos construido entre todos: comunidades indígenas residentes, pueblos originarios, sociedad civil y dependencias gubernamentales. Codo a codo, como en un tequio, hemos logrado llevar a buen puerto un proyecto que, desde su creación, ha buscado visibilizar y reconocer el rico y poderoso rostro indígena de la Ciudad de México.
Después de cuatro años tenemos un fiesta consolidada, la cual ha logrado conseguir un lugar destacado en la agenda cultural de la ciudad y que ha podido atraer un público amplio que encuentran aquí, como en ningún otro sitio o evento del país, la posibilidad de conocer la inmensa riqueza cultural viva de las expresiones indígenas de México.
No ha sido fácil, aún existen opiniones arcaicas, ancladas en el prejuicio atávico, que ven en la diversidad cultural un problema, una fuente de conflictos y no lo que en realidad es: el cimiento fundamental de nuestra nación y la fuente original de nuestra riqueza social.
Lo que nos han heredado los pueblos indígenas no es poco. En realidad, es muchísimo más de lo que hemos sido capaces de reconocer. Entre otros vastos aportes a la cultura nacional se debe valorar que los pueblos indígenas son los verdaderos guardianes de nuestro territorio.
Los territorios indígenas son los espacios con mayor diversidad biocultural del planeta. Esto se debe, principalmente, a que las comunidades indígenas han encontrado un modo de relacionarse con el medio ambiente que no se agota en lo utilitario, pero tampoco en lo puramente espiritual; a diferencia del modelo de explotación industrial que domina al mundo, y que ve al medio ambiente únicamente como una fuente casi inagotable de riqueza a su disposición, cuya práctica depredadora pone en peligro la vida misma en el planeta.
En realidad, los pueblos originarios consideran que este espacio “natural” está habitado por innumerables personas no-humanas: plantas, animales, la tierra y sus minerales, espíritus y divinidades, con las cuales se deber mantener una relación de reciprocidad, cuidado y respeto.
Las abejas —por ejemplo, para hablar de la imagen que hoy hace suya esta fiesta en su edición 2017— son consideradas por los mayas peninsulares como personas que escaparon de las guerras y se refugiaron en el monte, transformándose en animales, pero que en el fondo siguen siendo personas primordiales.
El hecho de que vivan en sociedad, que trabajen por el bien común, entre muchas de sus características extraordinarias, demuestran para los mayas su ser social y revela la permanencia de su humanidad. No se trata de una sacralización ingenua, sino de una forma extremadamente compleja y sutil de señalar que los humanos y los no-humanos nos relacionamos a través de nuestra historia compartida, pero también gracias a la generosidad o la bondad de la vida.
La sabiduría de los pueblos indígenas nos enseña que en un mundo habitado por una pluralidad de seres, que poseen necesidades específicas, con gustos propios, intereses diferentes, maneras particulares de organizarse, formas específicas de ver el mundo, no puede existir de otra manera más que convivir entre todos con respeto, reconocimiento mutuo y diálogo.
Ante un mundo de competencia irrefrenable, los pueblos indígenas proponen convivencia y complementariedad.
Por esa razón esta IV Fiesta tiene como tema transversal “Territorios indígenas y defensa del medio ambiente”, porque en las batallas indígenas en defensa de sus territorios ancestrales no sólo se juegan la posibilidad de su continuidad social y cultural como pueblos, es más amplio, universal y nos involucra a todos: es la defensa de la vida en la tierra.
Esta fiesta es también una manera de agradecer a los pueblos indígenas su enorme esfuerzo por hacer de este mundo un espacio más hospitalario, una casa para todos. Es por tanto, una fiesta de paz. Bienvenidos todos.
—0—
En esta edición de la fiesta contaremos con más de 800 expositores y alrededor de 400 actividades culturales entre presentaciones de libros, conferencias, talleres, recitales de poesía, así como eventos musicales y dancísticos.
Contaremos con una exposición museográfica efímera: El modo de vida maya peninsular, realizada con el Acervo del MNA-INAH. Un área de formación donde se impartirán talleres de telar de cintura, utilización de plantas medicinales y lenguas indígenas, además habrá juego de pelota, donde se realizarán exhibiciones y clínicas de sus distintas modalidades; exposición y venta de arte indígena, medicina tradicional y herbolaria. Ya nos acompañan los colores, los olores y sabores de la gastronomía tradicional.
Hoy recibimos también la IV Muestra de Cine y Video Indígena de la Ciudad de México y una Muestra Editorial del Libro Indígena.
Hoy abrimos las puertas a la cuarta edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, una celebración nacida en esta administración, la del Doctor Miguel Ángel Mancera, y una celebración que ya le pertenece a sus pueblos indígenas y originales; que le pertenece a la ciudad toda y que, estoy seguro, ha llegado para quedarse.
¡Que vivan los pueblos indígenas de México! ¡Larga y fecunda vida a la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originales de la Ciudad de México!
Para conocer la programación completa de la IV FCIPBO—CDMX se puede consultar el micrositio data.cultura.cdmx.gob.mx/culturasindigenas con el hashtag #CiudadSinMuros.
Consulte la cartelera de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México: http://www.cultura.cdmx.gob.mx, y en el sitio http://www.cartelera.cdmx.gob.mx/. Síganos en las redes sociales a través de @CulturaCDMX, así como con el hashtag #CulturaCDMX.
Código CDMX Radio Cultural en Línea puede escucharse durante la IV Fiesta en el siguiente link: http://www.codigoradio.cultura.df.gob.mx/
--o0o--