Destacan importancia de rememorar la Revolución Mexicana el 20 de noviembre

Publicado el 20 Noviembre 2019
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Luego de presidir en el Monumento de la Revolución la ceremonia cívica para conmemorar los 109 años del inicio de la Revolución Mexicana, el gran movimiento social del siglo XIX que transformó al país, el secretario de Cultura capitalino, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, destacó en entrevista la importancia de revindicar y rememorar nuestra historia.

En este contexto, subrayó el hecho de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la Cuarta Transformación retomaran la tradición de celebrar esta fecha cívica, en su día, el 20 de noviembre, con un desfile militar.

“El hecho de que el ejército, que es pueblo uniformado, recree y revitalice su origen popular a través de un desfile, que expresa las diferentes etapas en las que se fue constituyendo y las acciones que lo han llevado a ser una de las fuerzas armadas más vinculadas con su origen popular, es digno de elogio”, expresó Suárez del Real y Aguilera.

Durante el acto solemne, organizado por el Gobierno de la Ciudad de México a través de la Secretaría de Cultura local, la titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda local, Ileana Villalobos Estrada, recordó el movimiento convocado por Francisco I. Madero y subrayó el papel de la Ciudad de México en las luchas sociales.

“A lo largo de todos los procesos de cambio que vivió nuestro país, su carácter de ciudad capital, el centro de formación de las ideologías políticas, sede de los poderes públicos y escenario de las disputas entre todos los grupos en conflicto, conservó y amplió su gran esplendor”, dijo.

En este sentido, agregó que en esta nueva etapa que vive el país, el reto de la Cuarta Transformación que ha convocado el presidente López Obrador, implica sostener el avance de la economía mexicana y caminar hacia un desarrollo que beneficie a las mayorías del país.

“La Ciudad requiere seguir cumpliendo ese papel de capital de todos los mexicanos, para lo que debe ofrecer y garantizar un amplio régimen de libertades, derechos, oportunidades y garantías para la participación de todas las expresiones políticas, es decir, consolidar a la ciudad como una ciudad de derechos”.

Durante el evento, al que asistieron el familiar de Francisco Villa, Martín Villa García, y el bisnieto de Emiliano Zapata, Jesús Aguilar Zapata, así como el secretario de Turismo de la capital, Carlos Mackinlay Grohmann, y el coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México, Eduardo Villegas Megías, se rindió honores a la bandera y la Banda de Música de la Secretaría de Cultura capitalina interpretó “Motivos revolucionarios”, del compositor oaxaqueño José Ventura Gil.

El acto, que rememoró las razones del levantamiento armado (desigualdad social y económica; opresión y despojo de las tierras de campesinos), finalizó con la colocación de una corona floral y guardia de honor, conformada por los integrantes del presídium, en la emblemática edificación, obra del arquitecto Carlos Obregón Santacilia, dedicada a la “Revolución de ayer, de hoy, de mañana, de siempre”.

También estuvieron presentes en la ceremonia la directora general de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura local, María Guadalupe Lozada León; el subsecretario de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, Uladimir Valdez Pereznuñez; el director general del Registro Civil capitalino, Manuel Becerra García, y el representante del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, Veremundo Carrillo Reveles.

La Revolución Mexicana inicia una vez que Francisco I. Madero agota todas las vías legales para suceder a Porfirio Díaz, quien llevaba 30 años en el poder, y promulga el Plan de San Luis, en el que convoca a los mexicanos a alzarse en armas el 20 de noviembre de 1910.

Las demandas esgrimidas por Madero congregan, en un primer momento, el anhelo de todos los actores que deseaban un cambio profundo en México y Porfirio Díaz se ve obligado a firmar su renuncia el 24 de mayo de 1911, por lo que se organizan las primeras elecciones libres de las que Madero y José María Pino Suárez resultan ganadores.

Uno a uno la Revolución se cobró la vida de sus caudillos: en 1919, Zapata es asesinado a traición; en 1920, Carranza es emboscado; en 1923, Villa cae en una trampa y en 1928 Obregón es ultimado por un fanático religioso. Este proceso definió a nuestro Estado nacional actual después de un proceso de lucha que costó la vida a muchos mexicanos.

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