La Batalla de Puebla del 5 de mayo, 158 años del triunfo mexicano por la soberanía

Publicado el 05 Mayo 2020
33905264268_fb56337b4d_k.jpg
48699531858_500e334c17_c.jpg
36478610681_f8a6cd8f4b_k.jpg

SC/CDPC/0355-20

Para hacer valer el derecho a la memoria histórica en este tiempo de confinamiento requerido, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México recuerda el 158 aniversario de la victoria de las tropas mexicanas sobre el ejército francés en la Batalla de Puebla, lucha acontecida el 5 de mayo de 1862 que es símbolo de los principios de no intervención y autodeterminación de nuestro país.

Ante la emergencia sanitaria por coronavirus (Covid-19), que impide el desarrollo de eventos públicos, incluidas ceremonias cívicas, la dependencia honra y divulga, sin acto protocolario de por medio, este triunfo nacional liderado por el general Ignacio Zaragoza y un pequeño ejército que enfrentó a las fuerzas de Napoleón III durante la Segunda Intervención Francesa.

“La lógica era que fuéramos derrotados por los franceses, los mexicanos de la época sabían de antemano que se enfrentarían al mejor ejército del mundo en ese momento, el de mayor tradición y que tenía un historial de triunfos increíble”, expresó en entrevista Raúl González Lezama, autor del libro Cinco de mayo: Las razones de la victoria, que está disponible en la página del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).

El maestro en historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que el 5 de mayo fue una gran sorpresa pues no se esperaba esta victoria para los nacionales, aunque Zaragoza estaba dispuesto a sacrificarse y la gente que lo acompañaba también; al momento en que triunfan, dijo, “fue un momento de gran orgullo”.

Para González Lezama el 5 de mayo de 1862 el país ganó desde muchos frentes como el político, diplomático y militar, pues este logro del Ejército Nacional fue reconocido en Estados Unidos y en varios países de América Latina como Chile, Argentina y Perú, donde los intentos de invasión se repetían constantemente.

“Los latinoamericanos somos, existimos y valemos, por eso la fecha se fue transformando en una fiesta carnavalesca; es el renacer del valor y la identidad de todo un pueblo latinoamericano”, agregó.

Esta intervención francesa tuvo sus antecedentes en la Guerra de Reforma, conflicto entre liberales y conservadores que dejó en bancarrota a México y orilló al presidente Benito Juárez a suspender los pagos por deuda externa. Tal situación ocasionó el descontento de Reino Unido, Francia y España, países afectados que en alianza pactaron presionar a nuestro país.

Las flotas armadas extranjeras desembarcaron en Veracruz entre diciembre de 1861 y enero de 1862, y se instalaron con la condición de que se retirarían al llegar a un acuerdo. España e Inglaterra, mediante sus representantes, el general Juan Prim y el embajador Charles Wyke, salieron de territorio nacional al establecer un pacto satisfactorio con el ministro del exterior Manuel Doblado, pero Francia exigió la liquidación inmediata de la deuda y siguió con el avance de sus tropas, bajo la consigna de establecer una monarquía.

El conflicto armado entre México y Francia comenzó el 19 de abril de 1862, cuando se realizaron los primeros disparos en El Fortín, Veracruz. La intervención contó con el apoyo de conservadores mexicanos y fue comandada por el general Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, quien al frente del entonces considerado ejército más poderoso del mundo comenzó la avanzada de tropas a la capital del país.

En respuesta Benito Juárez hizo un llamado a tomar las armas e integró el Ejército de Oriente, logrando reunir cerca de 10 mil hombres. A Ignacio Zaragoza y a otros generales como Miguel Negrete, Felipe Berriozabal, Francisco Lamadrid, Santiago Tapia, Antonio Álvarez, Antonio Carvajal, Tomás O’Horán y Porfirio Díaz se les encargó la defensa nacional.

Zaragoza fortificó Puebla al mando del Ejército de Oriente y de indígenas voluntarios de la región de la Sierra Norte de Puebla, enfrentándose a los franceses el 5 de mayo de 1862.

La batalla concluyó con la baja de mil efectivos del ejército invasor y su retirada al rancho de San José, consumándose así una victoria nacional que, si bien no fue definitiva (finalmente se impuso a Maximiliano de Habsburgo como segundo Emperador de México), fue una muestra de valor y patriotismo para defender la nación.

Para conocer más de esta fecha histórica, el libro Cinco de mayo: Las razones de la victoria, de Raúl González Lezama, puede ser consultado en línea y descargado de manera gratuita en el enlace https://www.inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/440/1/images/5mayo.pdf del INHERM, que junto con la Secretaría de Educación Pública estuvo a cargo de su edición electrónica en 2012.

En condiciones habituales el programa de Ceremonias Cívicas de la Secretaría de Cultura capitalina reconoce en el espacio público, con depósitos florales, guardias de honor, discursos y la presencia de invitados especiales y funcionarios, a los personajes y acontecimientos históricos que han marcado el rumbo del país y de la capital.

—o0o—