Roger Waters hace latir el Zócalo capitalino con un mensaje crítico y sonido envolvente

Publicado el 02 Octubre 2016
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SC/DDC/CP/799-16 Ciudad de México, 2 de Octubre de 2016

  • En el corazón del Centro Histórico, 200 mil personas vibraron con la intensidad del rock psicodélico que hizo legendaria a la banda Pink Floyd

  • Quedará en el recuerdo el discurso de paz que el músico británico manifestó durante el magno concierto de dos horas y media, en mensajes proyectados en pantalla panorámica de 90 metros de ancho

Sentir con intensidad el rock psicodélico que mitificó a Pink Floyd en la década de los setenta y presenciar en el Zócalo capitalino uno de los más grandes espectáculos de los que se tiene registro en el país, fueron razón suficiente para que este 1 de octubre 200 mil almas se congregaran en el Centro Histórico y fueran parte del concierto gratuito que ofreció el ex bajista y cofundador de la banda británica, Roger Waters.

Con ello, el músico de 73 años de edad superó la cifra alcanzada en sus dos conciertos anteriores en el Foro Sol (que juntos sumaron cerca de 110 mil asistentes); además, difundió a un mayor número de personas su mensaje de crítica política que caracterizó su visita a México, convocando a la unión, el respeto y la solidaridad entre los seres humanos.

Aquellos visitantes de diferentes regiones de la República que pernoctaron en calles aledañas hasta 48 horas antes del concierto para llegar a la Plaza de la Constitución, superaron las inclemencias del clima y se encontraron con una pantalla de 90 metros de ancho por 26 metros de altura que proyectaría más tarde animaciones que han acompañado el concepto de álbumes como The Dark Side of The Moon (1973), Wish you Were Here (1975), Animals (1977) y The Wall (1979), yuxtapuestas con lo ocurrido en el escenario frente a la Catedral Metropolitana.

Otras personas, no menos afortunadas, disfrutaron en todo su esplendor el concierto con el sonido surround logrado gracias a las 200 bocinas distribuidas en el escenario, alrededor de la plancha y calles como 20 de Noviembre, Pino Suárez y 5 de Febrero, donde también se colocaron pantallas. El Gobierno de la Ciudad de México además dispuso módulos de servicio médico y Locatel para seguridad de los asistentes.

El lado oscuro de la luna

El sol se oculta. A las 19:00 horas con 40 minutos, la pantalla panorámica proyecta el lado oscuro de la luna, en movimiento de traslación desde el universo. Al ver la belleza visual del espectáculo, el público descarga contenidamente su emoción, pues espera expectante la salida de Roger Waters al monumental escenario. No son los únicos que se reservan: las nubes grises también contienen la lluvia, apenas perceptibles en la noche azulada.

No es sino hasta las 20:00 horas que comienzan a retumbar los latidos del corazón en lo que fuera el epicentro de la antigua civilización azteca, minutos antes de que un sobrio y elegante Roger Waters se presente ante el público para iniciar el viaje progresivo de elementos jazzísticos y de blues.

Como si lo hubiera estado esperando el cielo, al sonido de “Speak to me/Breathe”, la lluvia se integró al espectáculo que durante dos horas y media ofreció una satisfactoria experiencia musical, memorable tanto para los capitalinos como para los mexicanos en general y extranjeros que se dieron cita en él.

Mensajes de paz y crítica

En el concierto gratuito ofrecido por Roger Waters en el Zócalo, 200 mil personas vibraron con canciones cuya lírica en contra de la guerra, la xenofobia, el racismo, la violencia y la discriminación entre naciones son aún vigentes en nuestra sociedad.

Conformaron el setlist, sencillos como “One of These Days”, “Time”, “Money”, “y “Welcome to the Machine”, esta última transformó el escenario en una gran fábrica, con cuatro tubos de emisiones emergiendo a las alturas.

Quedará en el recuerdo el discurso de Roger Waters manifestado en todo el espectáculo: “Todos somos humanos”, fue uno de los primeros mensajes vistos en pantalla mientras sonaba “You’ll Never Walk Alone”; uno de los últimos fue “Derriben el muro”, escrito en las playeras de niños mexicanos que subieron al escenario para acompañar la clásica melodía “Another Brick in The Wall”.

Waters también recordó a Syd Barrett —líder cantante, guitarrista y compositor de Pink Floyd—, antes de interpretar “Shine On Your Crazy Diamond”, y a los otros fundadores, el tecladista Nick Mason y el vocalista Richard Wright, con "Set The Controls For The Heart Of The Sun", contenida en el segundo álbum de la agrupación A Saucerful Of Secrets (1968).

La crítica contundente comenzó al ritmo de “Pig”. Mientras un cerdo flotaba entre los tubos de humo y otro de gran tamaño recorría el Zócalo con ayuda del público, en la panorámica visual se veía a un Donald Trump desquiciado, al igual que sus declaraciones llenas de intolerancia tras postularse como candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos.

Detonó los gritos y aplausos de la gente con algunos fuertes mensajes que mostró en letras grandes, a lo largo de las pantallas, justo después de que Waters cantara los siguientes versos de “Mother”: Mother should I build the wall?/ Mother should I run for President?/ Mother should I trust the government?". El músico británico se despidió del público y de México, ofreciendo un final sublime con los acordes de “Comfortably Numb” seguidos de un gran estallido de fuegos artificiales.

Más fotografías en el siguiente link: https://www.flickr.com/photos/culturacdmx/albums/72157674657021695

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