Publica Museo Nacional de la Revolución videocharla sobre los niños y adolescentes de 1910

Publicado el 04 Junio 2020
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Durante el movimiento armado de 1910, al igual que los adultos, los menores de edad fueron testigos de una época difícil: vieron episodios violentos y situaciones dramáticas, explica el historiador David Guerrero Flores en la videoconferencia “Entre fusiles, sustos y aventuras: adolescentes, niñas y niños durante la Revolución Mexicana”, que el Museo Nacional de la Revolución comparte en su red social Facebook.

David Guerrero, quien es investigador del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), señala en su presentación que el censo general de 1910 en el país reportó alrededor de 15 millones de habitantes; de ese conjunto el 42 por ciento tenía de 0 a 15 años de edad, es decir, más de seis millones de menores. Asimismo, siete de cada 10 personas habitaban en el campo, la mayoría analfabetas y de condición humilde, y además la tasa de mortalidad era muy alta.

“En todas las épocas hay una correlación muy fuerte entre las situación de los adultos y la vida de los niños, así que en el periodo revolucionario vemos a éstos participando en los hechos políticos, en los capítulos violentos que vivió la ciudad y el campo, pero también en manifestaciones y sufriendo lastimosamente las heridas”, indica el especialista, y añade que en testimonios fotográficos hay evidencia de la participación armada de menores en la Revolución: pequeños con fusiles y como elementos de bandas de guerra.

“Así, los niños participaron en los sinsabores de la guerra, en los triunfos, en las derrotas, pero también hacían las labores cotidianas: el aseo de las pertenencias del hogar, el cuidado de los animales, el acarreo de leña, de agua e incluso los mayores podían servir como espías, como correos o bien directamente participar en los conflictos violentos”, apunta David Guerrero.

Incluso, puntualiza el historiador, hay testimonios de la fascinación que generó en muchos menores de edad la incorporación en las filas armadas, la aventura, el hecho de tener un fusil en las manos, de considerarse importante y recibir una paga, algo que los acercaba a la experiencia de la vida adulta.

En este sentido, asegura, prácticamente todas las fuerzas armadas participantes en la Revolución Mexicana incorporaron de forma directa o indirecta a mujeres y a menores de edad, aunque en cierto momento del conflicto Venustiano Carranza emitió una serie de circulares para dar de baja a este sector de la población.

Tras describir las difíciles situaciones que atestiguaron la población infantil y juvenil, el especialista concluye en su videoconferencia que “el saldo de la experiencia para niños, niñas y adolescentes que vivieron esa época es la de una sociedad insumisa, levantada en armas, inestable, que reclamaba sus derechos y se mueve a lo largo y ancho del país, donde la violencia armada tuvo un protagonismo fundamental”.

El Museo Nacional de la Revolución es un espacio dedicado a la divulgación del proceso histórico de la Revolución Mexicana, situado en el piso subterráneo del Monumento a la Revolución, que ofrece exposiciones permanentes y temporales, cineclub, ciclos de cine, ciclos de conferencias, visitas guiadas, visitas guiadas dramatizadas y talleres.

Ante el aislamiento social para evitar contagios por el nuevo coronavirus (Covid-19), el recinto de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México se mantiene activo y en contacto con el público, a través de actividades en línea como esta videocharla que está disponible en el enlace: https://www.facebook.com/museorevolucion/.

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