El Museo de la Ciudad de México abre un nuevo espacio expositivo permanente

Publicado el 14 Junio 2018
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SC/DDC/CP/0557-18 Ciudad de México, 14 de junio de 2018

  • La muestra Miradas a la ciudad: Espacio de reflexión urbana reestrena las ocho salas de la planta baja, después del mantenimiento integral que se realizó al recinto en 2017

  • La propuesta incorpora nuevas tecnologías que enriquecen el recorrido social, histórico, artístico y antropológico por el pasado y el presente de la capital del país

  • También reabre el Estudio Joaquín Clausell, una de las joyas artísticas que alberga el antiguo palacio en la parte más alta, donde el pintor impresionista plasmó el mural La torre de las mil ventanas

Con la muestra Miradas a la ciudad: Espacio de reflexión urbana, el Museo de la Ciudad de México inaugura el 14 de junio su primer espacio expositivo permanente, un laboratorio para la reinterpretación del fenómeno urbano de la capital del país.

Integrada por piezas que incorporan nuevas tecnologías y espacios interactivos —como instalaciones audiovisuales con luz neón, videos y recorridos en 360 grados—, así como arte plástico, poesía, fotografía, mapas, carteles, textos y otros objetos artísticos, la exposición sobre la metrópoli reestrenará este nuevo espacio en la planta baja del Museo de la Ciudad, después del mantenimiento integral al recinto que se llevó a cabo en 2017.

La propuesta contó con la coordinación curatorial general de Mediapro Exhibitions, del Director del Museo, José María Espinasa y del antropólogo Alejandro Salafranca. Forma parte del interés de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SSCDMX) por devolverle al museo su vocación de entender la ciudad como un espacio que necesita de reflexiones, interpretaciones y soluciones constantes para sus problemas sociales, de servicio, vivienda e infraestructura, pero también para imaginar una ciudad futura.

En este sentido, la tarea del museo no es construir una exposición permanente, sino un espacio permanente de pensamiento sobre la urbe, que recupere la vocación de origen del recinto desde su fundación en 1964, que se vio reflejada más recientemente con la exposición La Ciudad de México en el arte. Travesía de ocho siglos.

Para ofrecer diferentes miradas sobre el fenómeno urbano capitalino, desde sus razones geográficas e históricas hasta sus implicaciones antropológicas y culturales como artefacto milenario, global y complejo, Miradas a la ciudad: Espacio de reflexión urbana cuenta con la curaduría colectiva de Mediapro Exhibitions, César Moheno, Alejandro Salafranca, Miquel Adrià, Andrea Griborio, Alejandro Hernández Gálvez, Everardo González, Georgina Hidalgo Vivas y Rafael Barajas “El Fisgón”.

El reconocido caricaturista, colaborador en las últimas propuestas museográficas del Museo de la Ciudad, detalla que la muestra está distribuida en ocho salas que abarcan el urbanismo, historia, cultura, política y diversidad poblacional existentes en la capital: 1) “La ciudad”, 2)“La Cuenca del Anáhuac”, 3) “Agua y ciudad”, 4) “Arte, arquitectura y urbanismo”, 5) “De Tenochtitlan a la CDMX”, 6) “Ágora”, 7) “Palabrero” y 8) “Espacio público”.

“Si la exposición anterior (La Ciudad de México en el arte) nos obligó a hacer una relectura de lo que es la historia del arte en nuestra capital, esta muestra nos obliga a hacer una serie de reflexiones sobre nuestro presente”, opina “El Fisgón”.

Para Rafael Barajas, la propuesta es valiente y crítica, no autocomplaciente, y hará que las personas que la visiten “salgan pensando y dándole vueltas a todos los problemas y retos, pero también a toda la riqueza y densidad antropológica que tenemos los habitantes de la Ciudad de México”.

Ocho miradas a la metrópoli

En la primera sala, “La ciudad”, se aborda el fenómeno urbano global a través del tiempo, ejemplificado con imágenes y textos de distintas ciudades de la antigüedad desde su origen antropológico y su concepción filosófica hasta llegar a las ciudades contemporáneas y sus retos de presente y futuro en torno a la seguridad y la gestión del agua. El espacio fue curado por Mediapro Exhibitions y en el proyecto museográfico incorporó un audiopoema de la cantautora mexicana Amandititita.

La segunda sala,“La Cuenca del Anáhuac”—curada por el historiador César Moheno y el antropólogo Alejandro Salafranca—, es una la instalación, en un cubo oscuro, hecha con 200 neones sonorizados en la que se propone al espectador un recorrido sensorial histórico-poético desde el Cuicuilco milenario y la fundación de las ciudades lacustres nahuas, pasando por la Conquista, el Virreinato, la Reforma juarista, la Revolución Mexicana y otros momentos hasta llegar la Ciudad de México actual.

En la tercera sala,“Agua y ciudad”, Mediapro Exhibitions incorporó el audiovisual Retos para una CDMX sustentable, que aborda la problemática del agua en la Cuenca del Anáhuac como uno de los ítems trascendentales para asegurar la viabilidad y sustentabilidad de la urbe. La dirección de arte, ilustración y animación del video es de Francesc de Riba.

Con la curaduría de Arquine-Miquel Adrià, Andrea Griborio y Alejandro Hernández Gálvez, la sala “Arte, arquitectura y urbanismo” hace hincapié en el análisis y estudio del devenir arquitectónico de la ciudad, destacando un enorme mural con dos lados visuales, uno con la reproducción a detalle del óleo pintado por Luis Covarrubias sobre Tenochtitlán cuyo original está en el Museo Nacional de Antropología, mientras que en la cara adversa se muestra una vista panorámica de la urbe actual.

La Alameda Central, la Plaza de la Constitución, Ciudad Universitaria, la Biblioteca Vasconcelos, la Casa Estudio Luis Barragán, el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco, la Central de Abastos, el Metro de la Ciudad de México, la Basílica de Guadalupe y Cuiculco, entre otros, también son abordados en esta sala.

La quinta sala, “De Tenochtitlan a la Ciudad de México” ─con piezas populares como un árbol de la vida y nichos dedicados al luchador “El Santo” y las cantinas─, fue concebida por el caricaturista Rafael Barajas “El Fisgón”, y muestra por medio de instalaciones y objetos artísticos las distintas manifestaciones culturales, de religiosidad popular, festivas e identitarias que han dado una personalidad única a esta ciudad.

Curada también por “El Fisgón”, la sexta sala, “Ágora”, es un auditorio de usos múltiples que enriquece la infraestructura del museo al tiempo que es un espacio donde se muestran carteles de los diferentes movimientos sociales que han marcado a la ciudad en los últimos cien años, desde el periódico El Hijo del Ahuizote hasta las imágenes que representan la consigna “No más sangre”.

La séptima sala,“Palabrero”, es una video-instalación para cuatro pantallas del director de cine documental Everardo González, que muestra por medio de los sonidos de la ciudad la convivencia de millones de personas dentro de un mismo ámbito urbanístico.

Con la curaduría de Mediapro Exhibitions y la escritora Georgina Hidalgo Vivas, en la última sala, “Espacio público”, se presenta una instalación que mediante el documental biográfico y la fotografía refleja los espacios compartidos de convivencia y a la vez personaliza a los habitantes de esta ciudad, con su enorme diversidad de personajes y oficios, como los que venden “chácharas”, los que “hacen limpias”, los taqueros y mariachis, los migrantes, los estudiantes, los policías, los comerciantes, entre otros.

De manera interactiva, los visitantes podrán hacer al final del recorrido un viaje de 360 grados a las grandes manifestaciones en el espacio público de la urbe como la celebración del Día de Muertos en Mixquic, al Estadio Azteca, a una marcha de protesta, al Mercado de la Nueva Viga o a la Basílica de Guadalupe.

Reabre el Estudio de Joaquín Clausell

Con la inauguración del espacio expositivo permanente, el Museo de la Ciudad de México también reabre el Estudio de Joaquín Clausell (1866-1935), una de las joyas artísticas que alberga el antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya en la parte más alta, donde el pintor recreó paulatinamente sus más íntimas experiencias y las plasmó en La torre de las mil ventanas, mural integrado por más de mil pequeñas pinturas al óleo que abarca las cuatro paredes de la habitación.

Al inicio de la actual administración se diagnosticó el estado de conservación del estudio —que data de 1905—, y como resultado del mismo se gestionaron los trabajos de conservación y mantenimiento a cargo de especialistas del Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), instancia del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de la Secretaría de Cultura Federal que llevó a buen término el trabajo.

El cuarto donde el pintor impresionista mexicano recibió a personalidades como Diego Rivera, Juan O’Gorman, María del Carmen Mondragón Valseca (Nahui Olli) y Gerardo Murillo (Dr. Atl), ha pasado por lo menos por tres intervenciones. Desde 1963, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez ─titular de la restauración de este inmueble barroco y fundador del Museo de la Ciudad de México en 1964─, consideró que el rescate del estudio era una prioridad por la importancia histórica y estilística que posee.

La exposición Miradas a la ciudad: Espacio de reflexión urbana y el Estudio Joaquín Clausell se encuentran en el Museo de la Ciudad de México, ubicado en José María Pino Suárez 30, colonia Centro Histórico. Abre de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. El costo de entrada es de 32 pesos con descuento para estudiantes, maestros y personas de la tercera edad con credencial vigente. El miércoles es entrada libre.

La cartelera de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México está disponible en: http://www.cultura.cdmx.gob.mx y en el sitio http://www.cartelera.cdmx.gob.mx/; en redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram) @CulturaCDMX.

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